Por Diego Calp

Diferencias entre la Terapia Cognitiva Conductual (TCC) y la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT).

En principio, podemos decir que TCC es una terapia de segunda generación, que comienza con fuerza alrededor del 1970. Fue la primera terapia que estuvo avalada científicamente y en un nivel propio de las ciencia naturales. Es decir, con una investigación basada en Ensayos Controlados Aleatorizados (RCT) y con revisiones de metaanálisis (todas cuantitativas, evidentemente). Por eso, cuando se habla de psicología basada en evidencia (PBE), se empieza a partir de TCC.

El objetivo principal de la TCC es la modificación de los patrones de pensamiento, que se consideran como aquellos que mantienen el problema que genera malestar en la persona. De manera que, mediante la detección de distorsiones cognitivas, su refutación, y el cambio de la forma como el paciente evalúa la realidad, son fundamentales para la superación de los diferentes trastornos que la TCC se encarga de tratar.

Pero también cuenta con un componente conductual. Este es la desensibilización por exposición gradual. Lo que en psicología contextual se conoce como moldeamiento. La idea es que el paciente se exponga de manera gradual a aquellos estímulos que le generan malestar, y de tal manera, se vaya adaptando a esa situación hasta que la persona esté totalmente pegada al estímulo y ya no manifieste un intenso malestar incapacitante.

Por su lado, la ACT, considera que el malestar que sufren las personas se debe a la fusión que existe entre estás y los contenidos verbales (sus cogniciones). Propone la Teoría de los Marcos Relacionales como una explicación de lo que son los pensamientos y su relación con el lenguaje humano. Entendiendo que existen relaciones entre estimulos, por ejemplo, la palabra “taza” se puede relacionar con el objeto taza; esa es una primera relación entre dos estimulos. Sin embargo, lo que caracteriza al ser humano es la capacidad de invertir las relaciones entre estimulos. Si delante mío ponen una taza, yo puedo nombrar la palabra “taza”. Pero, a su vez, cuando yo nombró la palabra taza en mi mente surge una imagen, la del objeto taza. En este sentido, se invierte la relación sin que yo deba tener un aprendizaje previo de ello.

De manera que, para ACT, las personas solemos tener rigidez psicologica que nos produce malestar, porque seguimos rígidamente conductas gobernadas por reglas (las reglas son contenido verbal), y lo hacemos porque creemos que el contenido verbal somos nosotros, cuando no es así. Por eso emplea una serie de procesos para llegar a la flexibilidad psicológica y diferenciar así el contenido verbal de uno mismo.

Estos procesos son: defusión (consiste en reducir la fusión entre yo mismo y los contenidos verbales); aceptación (aceptar la inevitabilidad de los pensamientos entendiendo que, al tratar de controlarlos, no solo puede no ser efectivo sino que además puede aumentar mi malestar, lo que se conoce como desesperanza creativa); yo-contexto (yo como el contenedor o contexto de los contenidos verbales que se encuentran dentro de mi pero que no soy yo mismo); contacto con el momento presente (retornar a lo que se pierde cuando uno anda muy pegado a sus contenidos verbales, la capacidad de percibir con los diferentes sentidos lo que me rodea, manteniendo una conducta de foco y atención flexible); valores (aquellas conductas que tienden hacia la vida plena, aquello que me ayuda a llegar a mis metas pero que no tiene un fin, sino que se mantiene); acción comprometida (a veces nos desviamos de lo que estamos haciendo, pero recordarnos que debemos retornar hacia nuestros valores puede permitirnos continuar hacia la plenitud).

Ahora bien, para evitar el contenido verbal directo que acabo de redactar, el terapeuta ACT no habla al consultante de estos procesos de forma directa, sino que emplea metáforas que se adapten a la situación de cada paciente de forma adecuada.Cabe destacar que ACT es una de las terapias de tercera generación o psicologías contextuales, y que también tiene fuerte apoyo a la investigación. Cuenta con más de 350 RCT realizados y 54 revisiones de metaanálisis.

Categorías: Psicología

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