Por Diego Calp
Existen muchas respuestas a esta pregunta, debido a que se interpreta a la psicología de diferentes maneras. Algunas personas creen que la psicología no existe, sino que las psicologías son varias; otras creen que solo se puede hablar de psicología cuando está es una ciencia y que, aquellas ramas que no tienen evidencia, se quieren hacer pasar por psicología sin serlo; y otras que simplemente ven a la psicología como una pseudociencia, probablemente porque dentro de la clasificación hay muchas “terapias” pseudocientificas. Yo creo que la palabra psicología hace referencia a una clasificación general de diversas formas de psicología, algo como lo del primer ejemplo. Fundamentalmente porque existen dos abordajes científicos dentro de la psicología que es la ciencia social y la natural. El problema es cuando llegan aquellas psicologías que carecen de evidencia en su totalidad y que les podemos poner, con mucha facilidad, la etiqueta de “pseudociencia”. ¿Podemos llamarlas también psicología? Si lo hacemos tendremos que aceptar que la psicología no es una ciencia. Pero lo cierto es que rechazarlas también es difícil, porque la psicología es un campo en dónde hay una muy sencilla infiltración de pseudoterapias (creo yo que por el escaso conocimiento que hay en torno a la psicología con evidencia empírica). En todo caso, esto es una decisión individual.
Ahora bien, cuando si hablamos de la psicología como ciencia, podemos referirnos, por un lado a las sociales como lo son la psicología social y la sistémica; o naturales como el análisis conductual y la cognitiva. Aunque, por alguna razón existen quienes dicen que las ciencias sociales no son ciencia y que carecen de método, es más que evidente que no es así, solo que sus requisitos epistemológicos son menos exigentes, pero eso no le quita lo cientifico. Además el abordaje que tienen es otro. En el ámbito clínico lo que se debería aplicar como estándar es el análisis conductual. Si menciono al análisis conductual cabe destacar que también estoy hablando de la terapia cognitiva, solo que su abordaje en el AC tiene una ventaja, que es la capacidad de profundizar en por qué se producen las conductas en un determinado contexto (si ya de por sí la TCC es altamente eficaz, ni hablemos de si incluye un análisis profundo de la conducta).
¿Por qué el análisis conductual? En general se dice que los psicólogos estudian los procesos psicológicos y conductuales. Entendiendo por psicológicos a la “mente”. Pero esto es un error, lo que los psicólogos estudian realmente son los procesos conductuales y como estos se relacionan en función a su contexto. Este dualismo cartesiano de la separación entre la mente y el cuerpo carece de sentido si entendemos que, en realidad, la mente es un concepto abstracto que, con toda probabilidad, ni siquiera exista. Obviamente esto no significa que no abordemos aquellos procesos que ocurren “internamente”. Pero, si somos precisos, no ocurren internamente. Hablamos de aquellas conductas como los pensamientos, las emociones y las sensaciones físicas que las demás personas no podemos ver en otro como conducta privada o encubierta; siendo aquella que se puede percibir a través de los sentidos, la conducta motora o pública.
Entonces, podemos decir que los psicólogos estudian la conducta humana y su función en el contexto en que se produce. La ventaja que tiene este abordaje es que proviene del propio laboratorio, lo que ha permitido demostrar su eficacia a partir del estudio experimental de los procesos que subyacen a toda conducta animal y humana. A eso se le suman los Ensayos Controlados Aleatorizados (RCT, por sus siglas en inglés) y las revisiones sistematicas o metaanálisis, que han aportado una mayor evidencia empírica de su eficacia en el ámbito clínico.
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