Por Diego Calp
Resulta interesante ver cómo las diversas religiones de la India, en la búsqueda de lo que toda persona quiere, muchas veces (o la mayoría) cancelan algunos principios de las castas (o viceversa). Es decir, tanto en el buddhismo, en el jainismo y en el hinduismo, se deja de lado la posición de cabeza de familia (patriarquia) para poder llegar al nirvana o moksa respectivamente.
En el caso del hinduismo, el segundo camino que debe seguir el ser humano (el éxito terrenal) así como el tercero (la ayuda a la comunidad) se complementan a la perfección con la casta. Pero, en el caso de lo que, según el hinduismo, las personas realmente quieren (ser infinito, dicha infinita y conocimiento infinito), se deja de lado lo que se considera banal, y se pasa al cuarto camino. En el cual no es posible ayudar a la comunidad, ya que, la persona debe centrarse en el uno de los cuatro yogas y dejar de prestar atención a su familia.
Con el buddhismo, este derribo de la importancia de la casta, lo encontramos en la historia del principe Siddhatha Gautama. El cual, cuando recién pudo salir a ver lo que él mundo escondía, luego de haber estado cerca de 37 años recluido en el palacio de su padre; optó por renunciar al puesto de cabeza de familia y al de rey, respectivamente.
Algo curioso fue que llamo a su hijo Rahūla (traba), el cual, como todo hijo varón en la India, tenía más probabilidades de ser recibido con más alegría que con displicencia. Pero, en fin, decidió pues, abandonar a su mujer y su hijo para, posteriormente, llevar a cabo el despertar bajo el árbol bodhi.
Lo cual implica que, necesariamente, para llegar al despertar, es menester que las personas dejen de lado sus familias y sus trabajos para comenzar una vida como bodhisattva; probablemente, lejos de las ciudades e internados con otros tantos monjes en un templo.
Con respecto al Jainismo, ocurre algo muy similar al buddhismo, puesto que los monjes (representantes de los jinas en la tierra) deben desapegarse de todo, incluso de sus propias ropas. Suelen andar en comunidades, lo que da a entender que abandonaron a sus familias y el liderazgo de estás (si es que alguna vez lo detentaron); para poder llevar a cabo el moksa en el futuro.
Retornando al hinduismo, podemos hablar también del primer camino que todo ser debe seguir según su dharma. Se trata del placer, específicamente el sexual. Es decir, el hinduismo, a diferencia de la mayoría de las religiones (especialmente las abrahamicas), no solo no condena el placer sexual no lo tiene por un tabú, sino que lo ve como uno de los caminos fundamentales que toda persona debe recorrer antes de los siguientes tres. Lo curioso en el caso del sistema de castas es que, si bien, al hombre lo dejarían actuar prácticamente libre en este sentido, en el caso de la mujer es todo lo contrario. Nuevamente existe una forma de censura o cancelación de los preceptos de esta religión. Puesto que, para las castas, es fundamental que la mujer se mantenga virgen hasta contraer matrimonio. Tan imperioso resulta que, de no cumplirse, esto puede ir en detrimento de las hermanas de la familia, de toda la familia, o incluso de la casta o la comunidad entera. Por lo que, en términos generales, está muy mal visto que una mujer mantenga relaciones sexuales antes del matrimonio. Además, en tan alta estima tienen la virginidad, que no permiten que las mujeres salgan mucho de casa (a partir de la pubertad) o, si lo hacen, deben llevar atavíos que las cubran por completo; siendo a veces acompañadas por sus propios hermanos, para evitar que los hombres coqueteen con ellas y pongan en peligro su honor.
Me pregunto si no será por todas estas razones que, en realidad, la mayoría de las personas son más bien laicas en relación a su religión. En el caso de los buddhistas, generalmente admiten qué prefieren dejar de lado el nirvana para después, para algún renacimiento futuro; de momento, buscan más disfrutar de su vida, no necesariamente incumpliendo sus preceptos, sino relajando los más exigentes e intrusivos.
Pániker, A (2000). El Jainismo. Historia, sociedad, filosofía y práctica. Editorial Kairós. Barcelona. IBSN-10: 84-7245-484-2
Pániker, A (2014). La Sociedad de Castas. Religión y política en la India. Editorial Kairós. Barcelona. IBSN: 978-84-9988-408-0
Lopez, D.S. (2001). El Buddhismo. Introducción a su historia y sus enseñanzas. Editorial Kairós, traducción de Ferran Mestranza. Barcelona. ISBN: 978-84-7245-653-2
Smith, H (1999). Las Religiones del Mundo. Hinduismo, budismo, taoísmo, confucianismo, judaísmo, cristianismo, islamismo y religiones tribales. Editorial Kairós, traducción de Beatriz López Buisán. Barcelona. ISBN: 978-84-7245-466-8
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