Por Diego Calp

Si bien es verdad que las colonizaciones no existen hace muchos años, no deja de ser cierto que en la actualidad existe otra forma de erradicar las culturas, trabajo que antes realizaban los colonizadores. Está nueva forma, por supuesto, mucho menos violenta, pero aún así coercitiva, yo la he denominada como “colonización ideológica”. La cual se podría definir cómo la siguiente situación:

“Cuando alguien cambia la cultura de su propio país, en efecto, se trata de un cambio cultural; ya que, esa persona es parte de dicha cultura. Pero cuando trata de cambiar otra cultura, está ejerciendo un derecho que no le pertenece. Ya que, hacerlo, sería análogo a realizar una colonización. Esto se debe a qué la esta modificando a partir de una subjetividad que ha construido otra cultura (la propia) y, por ende, sus valores terminarán por erradicar a la otra cultura por no coincidir con estos.”

Parece difícil de creer que hoy en día algo como esto suceda. Pero el conocimiento de dicha situación se encuentra al alcance de todos, e incluso, es precisamente la organización más grande del mundo la que, de alguna manera, la fomenta. En efecto, me refiero a la Organización de las Naciones Unidas. Que bajo el pretexto de la creación de derechos, ha eliminado miles de costumbres de diversas sociedades que no coinciden con su ideología, es decir, su capacidad de percibir el mundo y entenderlo de una manera específica.

No por ello habría que considerar a la ONU como una organización malintencionada, en realidad, la nombró porque considero que es la que más poder tiene para llevar a la erradicación de una cultura. Por lo que, aún así, a pesar de que no esté de acuerdo con algunos de sus procederes. No podemos decir que este actuando mal, ni tampoco bien. Ya que en temas culturales el bien y el mal se vuelve algo tan relativo como la intuición humana. En algún sentido, sería posible decir que la ONU considera que tal cosa está mal y obliga a que una cultura en la que dicha cosa este bien, pase a estar mal. Y lo hace, porque, al ser un conjunto de Naciones Unidas tiene mucho más poder que una sola cultura. Así como sucedía antaño, que países más fuertes tomaban las tierras de los más débiles y eliminaban todas y cada una de sus costumbres, para establecer las creencias religiosas propias.

Incluso, desde este sentido, como este tipo de organizaciones se dedican a crear derechos mundiales, necesariamente deben surgir de alguna institución moral. Las cuales históricamente han sido las religiones. No resulta sencillo saber cuál con exactitud es en la que estás organizaciones se basan, pero no parece probable que sean orientales, ya que las normas que se establecen son análogas a las que ya prevalecen en muchos países de Occidente.

Conclusión: Lo que intento hacer con esta reflexión, que no trata de ser una crítica, ya que hacerla sería en vano por la falta de repercusión que está podría llegar a tener en la sociedad, sino más bien hacer concientizar a las personas sobre la existencia de la diversidad cultural. Soy consciente de que a las personas no nos gusta aceptar, muchas veces, que existen opiniones e ideologías diferentes, siempre buscamos tener la razón o nos gusta creer que la tenemos. Por ello, si bien es posible que con todo lo que acabo de escribir, quizá me este equivocando, solo diré que me baso en un principio ético, que pretende tener una mirada más antropológica del mundo. Es decir, observar culturas con una forma de percibir la realidad social de otra manera muy distinta o completamente contraria a la mía, evitando a toda costa tener un juicio negativo al respecto. Esto es lo que yo busco fomentar en las personas.

Categorías: Reflexiones

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